Queridos lectores:
Este poema en prosa que presento a continuación, fue escrito hace algunos años a petición de un amigo; uno de los tipos más nobles y entregados a su pareja que he tenido el privilegio de conocer. Es tan bueno que durante más de diez años soportó el carácter bipolar de su mujer, hasta que llegó el momento en que ella lo hirió tan cruelmente que decidió finalmente dejarla a pesar de todo su dolor; y es tan bueno que era incapaz de decirle lo que sentía por temor a lastimarla, así que yo, como buen amigo (y un poco mordaz he de aceptarlo) decidí aceptar su petición de ayuda y escribí el siguiente poema esperando que ella por un momento recapacitara sobre su actitud.
El propósito de publicar ésto ahora, es más que nada para que nos tomemos un momento para reflexionar sobre las actitudes que en ocasiones tenemos con nuestras parejas y de que todos los problemas nacen de la falta de comunicación, de los malos entendidos y de nuestra incapacidad para escuchar lo que otros tiene que decir e intentar conocer sus motivaciones.
Me complace ahora decir que el enviarle esta carta funcionó, ella recapacitó y volvieron a estar juntos, y más que eso, aceptó acudir a terapia de pareja y ahora su matrimonio se encuantra de nuevo estable, a ella se le ve más feliz y él como siempre, sigue siendo el mismo bonachón bromista; tras pedir su autorización, publico ahora esta carta que si bien fue escrita por un servidor, refleja todo el sentimiento de este gran amigo.
J.R. Felicidades por quince años de exitoso matrimonio.
.
.
.
Quiero decirte que me encuentro triste, pues anoche me juzgaste cruelmente,
tus palabras hirieron lo más profundo de mi ser;
me gusta reír y ver cómo se ilumina tu rostro tras una sonora carcajada,
soy bromista y lo sabes, y sé que en ocasiones mis comentarios no te gustan,
más ahora te pregunto: ¿Crees acaso que cuando cometo un error es por ofenderte?
¿Acaso no sabes que te amo y que nada que yo haga será con la intención de lastimarte?
Es bien cierto que en ocasiones puedo no medir algún comentario o actitud,
más cuando veo que te molesta, lo registro y jamás lo vuelvo a repetir,
si lo repito es por que no sé que te molesta, ¿Cómo puedo adivinarlo si tú no me lo dices?
¡Qué duras tus palabras!
hablaste con el rencor de alguien que ha sido herida por un cruel tirano durante años,
buscaste los puntos más sensibles de mi ser y sin piedad los atacaste,
de nada sirvió pedir disculpas, que no aceptaste y continuaste arremetiendo contra mi,
tus gritos opacaron mis disculpas, difuminándolas, perdiéndose en la nada;
sé que quieres que yo sea perfecto, que adivine tus estados anímicos,
que hable cuando quieres que hable y que calle cuando quieres silencio;
pero tengo que decirte: ¡Soy tan sólo un ser humano!, no soy, ni jamás seré perfecto
y no pr que no lo intente, sino por que carezco de poderes telepáticos,
yo también tengo mis momentos de tristeza o enojo,
yo también tengo un cuerpo que siente, que se cansa y se deteriora con el tiempo,
yo también tengo sentimientos, y pueden ser heridos como lo has hecho tú
y si hoy te dejo es por que he comprendido que mis errores valen diez veces más que los tuyos
y mis aciertos en tu escala de valores cuentan sólo una décima parte.
No te dejo por que no te ame, y Dios sabe que me duele y me segurá doliendo
durante mucho tiempo, ahora me voy por que yo... soy tan sólo un ser humano
y más de una vez me has demostrado, que eso no es suficiente para ti.
Has llegado tan profundamente en mi ser que jamás podré olvidarte,
jamás dejaré de quererte, y me voy para que puedas ser feliz,
para que puedas encontrar a ese ser perfecto que tanto anhelas,
y ya que ayer no aceptaste mis disculpas, quiero aprovechar para nuevamente decir:
¡Perdóname por ser humano!